LA FAJA DE LAS FLORES (6/8/08)

LA FAJA DE LAS FLORES   (6/8/08)

Realizada por:  Antonio y Juanan

Ascensión desde: la pradera de Ordesa

Altitud de comienzo: 1.310m, Altitud final 2400m, Desnivel 1090m

Tiempo: de subida  5 horas, más 4 de bajada con paradas

Climatología: sol

Salimos del parking de Ordesa a las 7:00, llegamos con el autocar a las 7:45 a la pradera. Retornamos por la carretera 200m y comenzamos la ascensión por senda con fuerte subida y atravesando un denso bosque de hayas.

Llegamos al reguardo a eso de las 9:00 donde tenemos una imponente vista del Tozal del Mallo.

Continuamos la ascensión y vemos como los primeros rallos de sol de la mañana iluminan la cumbre del Tozal.

 

Delante nuestro tenemos una manada de rebecos, que ni se inmutan de nuestra presencia, y parece que posen para nosotros.

     

Cruzamos la fajeta de Carriata evitando el paso por las clavijas que son más expuestas, llegamos a la altura del Tozal después de la grimpada.

  

Las edeweis nos acompañan en toda la pared que estamos ascendiendo.

 

En principio nuestra intención era subir al Tozal del Mallo, pero en la subida conocimos una pareja que se dirigía a la faja de las flores y como no teníamos muy claro el camino hacia el Tozal, decidimos acompañarlos y no continuar solos como hasta ahora, ya que caminar por estos parajes da un poco de respeto, sobre todo por lo que a los acantilados se refiere.

Siguiendo las instrucciones del GPS de la pareja, llegamos al comienzo de la Faja de las flores, que es una senda socavada en la pared del acantilado del gallinero.

 

Las vistas sobre Ordesoa y la sierra de las Cutas es magnifica

Nos hacemos unas fotos y nos despedimos en la punta de gallinero, de la simpática pareja que continua para bajar por las clavijas de Cotatuero. Nosotros lo dejamos para cuando Juanan sea más grande y vengamos más preparados.

Volvemos por el mismo camino de subida llegando a la pradera a media tarde.

Resumen:

Una de las primeras ascensiones con mi hijo Juanan, en la que hemos disfrutado en la subida de la compañía de muchos rebecos, con vistas insuperables de la paredes de Ordesa, no apta para personas con vértigo en la que se tiene que vigilar muy bien donde se ponen los pies continuamente.